sábado, 7 de noviembre de 2015

En estas épocas es bueno recordar nuestros orígenes

Nuestra Patria Argentina, luego de su heroica gesta independentista que liberó medio continente de la mano del Gral. San Martín, luchó internamente derramando sangre de hermanos para encontrar un pacto constitutivo llamado Constitución Nacional que permitiese a todos vivir en hermandad.
En esta coyuntura electoral, de tristes agravios entre argentinos es bueno recordar los pensamientos rectores de nuestra Constitución y su preámbulo, un verdadero rezo laico, que permitió y permite que miles de hombres de buena fe vengan al generoso suelo argentino.
Fue Juan Bautista Alberdi quien sentó las Bases de doctrinarias de nuestra ley suprema.
Quería recordar la grandeza de nuestros padres fundadores que buscaron la hermandad de los argentinos.


Preámbulo de la Constitución Nacional

Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente
por voluntad 
y elección de las provincias que la componen,
en cumplimiento de pactos preexistentes,
con el objeto de constituir la unión nacional,
afianzar la justicia, consolidar la paz interior,
proveer a la defensa común, promover el bienestar general,
y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros,
para nuestra posteridad y para todos los hombres
del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando a la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina.



Lic. Marcelo Dario Cabrera
Instituto Manuel Dorrego