domingo, 8 de marzo de 2015

8 de marzo DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

8 de marzo - Día de la Mujer
8 de marzo - Día de la Mujer
El 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer. Ese día se reafirma “la plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural”.
A principios del siglo XX, algunas militantes por los derechos de la mujer en Estados Unidos conmemoraban el Día de la Mujer el último domingo de febrero. En la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en agosto de 1910, las delegadas norteamericanas Lena Morrow Lews y May Wood presentaron la moción de celebrar en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. La propuesta fue aprobada, pero durante algunos años el Día de la Mujer se conmemoraría en varios países en diferentes fechas.
El incendio ocurrido en la fábrica textil Compañía de Blusas el Triángulo en Estados Unidos el 25 de marzo de 1911 reavivó los reclamos de las trabajadoras que venían denunciando las precarias condiciones laborales a las que eran sometidas. La tragedia ocurrió cuando se desató un incendio en la fábrica causando la muerte de 146 trabajadores, en su mayoría mujeres.
Recién en 1914, las mujeres del mundo lanzaron un llamado de fraternidad universal y fijaron el 8 de marzo como fecha universal dedicada a la mujer luchadora.
A continuación transcribimos un fragmento del libro Mujeres tenían que ser, de Felipe Pigna, donde se relatan aquellos episodios.
Fuente: Felipe Pigna, Mujeres tenían que ser. Historia de nuestras desobedientes, incorrectas, rebeldes y luchadoras. Desde los orígenes hasta 1930, Buenos Aires, Planeta, 2011, págs. 451-453.
Se sigue hablando vagamente, sin muchas precisiones y con muchas contradicciones, del incendio intencional de una fábrica textil tomada por sus trabajadoras en huelga, un 8 de marzo de 1857 como el origen del día internacional de la mujer.
Así dicho, pareciera que “la principal democracia del mundo”, tan afecta a las autocríticas cuando éstas ya no implican ningún cuestionamiento serio al sistema sino más bien una ratificación de su mentada “libertad de expresión”, reconociendo sus males, les hubiese entonces concedido un día en el calendario a las mujeres luchadoras. Pero puede muy bien imaginar el lector que la cosa no fue así.
Aquella tragedia que enlutó a la familia obrera de los Estados Unidos no ocurrió en aquella fecha de mediados del siglo XIX. El incendio de la fábrica textil Compañía de Blusas el Triángulo, propiedad de Max Blanck e Isaías Harris, se produjo el 25 de marzo de 1911 y comenzó en el octavo piso del edificio dejando un saldo de 146 muertos; la mayoría eran mujeres.
Muchas de las trabajadoras muertas venían participando de la lucha por sus derechos y habían encabezado la huelga del invierno de 1909, que se extendió a 20.000 compañeras afiliadas al International Ladies Garment Workers (Sindicato internacional femenino de Trabajadores de la Confección)
Las obreras les reclamaban a sus patrones mejoras salariales, reducción de la jornada laboral a ocho horas, descanso dominical y el fin de la explotación de los niños; y al gobierno federal, el control de las condiciones de higiene y seguridad. Denunciaban la inexistencia de salidas de emergencia y de elementos para combatir incendios, muy frecuentes en el rubro textil.
El movimiento logró la firma de convenios favorables a las trabajadoras en 300 de las 500 fábricas textiles de Nueva York, pero el gobierno desoyó todos los reclamos dejando obrar a “las sabias leyes del mercado”. Las condiciones laborales en aquellos establecimientos fueron descriptas por una obrera de la siguiente manera: “¡En esos agujeros malsanos, todos nosotros, hombres,  mujeres  y jóvenes ¡trabajábamos entre setenta y ochenta horas semanales, incluidos los sábados y domingos! El sábado a la tarde colgaban un cartel que decía: ‘Si no venís el domingo, no hace falta que vengas el lunes’. Los sueños infantiles de un día de fiesta se hicieron añicos. Nosotros llorábamos porque, después de todo, éramos sólo unos niños”. 1 Sobre el mismo tema el poeta Edwin Markham escribió: “En habitaciones sin ventilación, las madres y los padres cosen día y noche y a los niños que están jugando, les llaman para trabajar junto a sus padres. ¿No es cruel una civilización que permite que se agoten estos pequeños corazones y se aplasten los hombros bajo la responsabilidad de los adultos, mientras en los bonitos bulevares de esa misma ciudad, una dama luce un perro engalanado y lo mima en su regazo de terciopelo?”. 2
El incendio del la fábrica del Triángulo no pasó inadvertido, y la marcha convocada en recuerdo de las víctimas y como denuncia de la empresa que no ofrecía a sus trabajadores las mínimas condiciones de seguridad e higiene, reunió en Broadway a más de 100.000 personas. En el acto de homenaje a las trabajadoras realizado el 2 de abril en el Metropolitan Opera habló la activa militante socialista Rose Schneiderman y dijo: "La antigua Inquisición tuvo su bastidor y sus tornillos y sus instrumentos de tortura con los dientes de hierro. Sabemos cuáles son estas cosas hoy, el dientes de hierro son nuestras necesidades, los tornillos son los de alta potencia de la maquinaria en la que tenemos que trabajar". Hoy sabemos cuáles son estas cosas, el dientes de hierro son nuestras necesidades, los tornillos son los de alta potencia de la maquinaria en la que tenemos que trabajar y el potro de tormento está aquí en las estructuras que son trampas en los incendios, que nos destruirán al minuto en que ardan”.Recordando a las mujeres de Salem que fueron quemadas vivas acusadas de brujería por oponerse al corrupto y supersticioso poder de su tiempo, señaló: "Esta no es la primera vez que las niñas han sido quemadas vivas en esta sociedad". Y volvió a levantar su dedo acusador: "Cada semana me entero de de la prematura muerte de un hermano trabajador. Cada año miles de nosotros somos mutilados. Mientras que nuestras vidas no valen nada la propiedad privada es sagrada. Hay tantos de nosotros para un trabajo que poco importa si son 146 los que caen quemados hasta la muerte". 3
Rose era de una de aquellas militantes socialistas de los Estados Unidos que venían conmemorando el Women’s Day el último domingo de febrero desde 1909 para promover el derecho de las mujeres a votar. Al año siguiente en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague los días 26 y 27 de agosto de 1910, las delegadas norteamericanas Lena Morrow Lewis y May Wood Simons, transmitieron su experiencia a sus compañeras y presentaron la moción de celebrar en todo el mundo el “Día Internacional de la Mujer”. La propuesta, apoyada por la representante alemana Clara Zetkin, fue aprobada. En los  años sucesivos los distintos países conmemoraron la fecha en diferentes días hasta que en 1914, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, las mujeres del mundo lanzaron un llamado a la fraternidad universal, alertaron sobre los desastres de la guerra “intercapitalista en la que el pueblo pondrá los muertos para que los mismos de siempre se enriquezcan aun más”; y fijaron el 8 de marzo como fecha universal dedicada a la mujer luchadora. Tres años más tarde las mujeres encendían un 8 de marzo de 1917 la chispa que encendería la Revolución Rusa. Ese día miles de mujeres encabezaron motines de protesta contra el hambre y la miseria provocados por el decadente régimen zarista.
A partir del triunfo de los bolcheviques y de la extensión del bloque de los países socialistas, en recuerdo de aquellas mujeres pioneras, la fecha 8 de marzo se instaló detrás de la cortina de hierro como el “Día de la mujer comunista”.
Referencias:
1 En Howard Zynn, La otra historia de los Estados Unidos, Madrid, Siglo Veintiuno, 1999.
2 Idem.
3 Rose Schneiderman, El Triángulo de fuego, 1911.

miércoles, 4 de marzo de 2015

El camino demarcado. Jaime Barylko

Del Libro “Los Hijos y los Límites” de Jaime Barylko

Viajo en plena noche y pienso...
Viajo en plena noche y pienso: los límites, los límites.
Viajo en auto, y debo dar una conferencia sobre ese tema en un country fuera de la capital. ¿Qué les digo cuando me pregunten? ¿De qué hablo?
La gente está angustiada y saturada de tanto análisis y de tantas frases complicadas que explican todo y que no resuelven nada.
Aprendimos a hablar y a pronunciar discursos sofisticados. Pero no se modifica la vida con discursos, ése es el problema.
La gente aprendió a cargar sus propias frustraciones sobre hombros ajenos, la culpa del otro, la sociedad de consumo, la televisión, los juegos electrónicos, el stress...
No va más. La vida es la que debe cambiar, y con urgencia. Queremos vivir mejor. Bienestar, sí, y lo otro, estar bien.
El auto, raudo, recorre la carretera negra. La noche es oscura, la carretera se proyecta hacia adelante, se pierde en el horizonte. Miro por el parabrisas y me pregunto cómo verá el conductor el camino.
Yo tengo la vista confusa, titilan las luces de los vehículos y es un mar de focos y sombras que me nublan la visión en vez de aclararla. Me pregunto si los años no estarán haciendo lo suyo y mis ojos ya no son lo que eran. El oculista, pienso, el oculista... Y me resigno, y me deprimo un poco por este deterioro que el devenir del tiempo va generando en los cuerpos.
De pronto, despierto. Sucede algo extraño, todo se ilumina, y me relajo. Ahora veo perfecto. No, no son los ojos. Algo ocurrió afuera.
"¿Qué ha sucedido?", me pregunto.
Es la misma ruta, el mismo asfalto, la misma noche, pero todo es diferente.
"¿Qué ha sucedido?", insisto en averiguar.
Descubro el gran acontecimiento que ha derramado un haz de visión noble y segura sobre mis ojos. El problema no estaba en mí, estaba en la ruta.
Ahora la ruta, la misma ruta, tiene rayas blancas a los costados, demarcatorias, y una línea segmentada en el medio. La ruta está demarcada. Está el adentro, está el afuera y está el medio. ¡Así da gusto!
También el cerebro se me enciende. Descubrí en qué consisten los límites.
"¡Eureka!", grito hacia adentro, en memoria del glorioso griego.
Las rayas que delimitan el camino
Sin esas rayas a los costados, sin esos límites señalados, la gran libertad del camino era un caos de ceguera y miedo, incertidumbre y vacilación.
Ahora es distinto. Faltaban esas rayas. Ahora están, y los límites, lejos de oprimir al viajante, lo liberan, lo protegen.
Llegué a la conferencia y supe de qué hablar.
¿En qué consisten los límites? En eso, en delimitaciones del camino, en cercos protectores, en marcos contenedores y referenciales.
No son un fin en sí, son un instrumento para realizar fines. Cuando ellos están uno puede actuar y elegir. Hasta, si quiere, puede salirse del camino. También para salirse hay que conocer los límites.
Eso: los límites son para que pueda haber libertad. Justamente lo contrario de lo que podría pensarse: no cercenan la libertad, la otorgan.
Las rayas no son el camino; el camino está entre ellas, y dentro de ese estar entre ellas tú puedes elegir el ritmo, el movimiento, el desplazamiento, la velocidad, el rumbo, el qué, el cuándo, el cómo, y si quieres dejas de moverte, te detienes, y todo lo que tu fecunda imaginación te proponga. Lo puedes realizar sabiendo qué va adentro y qué va afuera de esos límites, de esas rayas. Y eliges.
Esa es tu libertad, y la tienes porque tienes límites.

viernes, 14 de noviembre de 2014

FERIA DE CIENCIAS

Hermoso proyecto integrando áreas de Práctica del Lenguaje, Construcción de Ciudadanía e informática. Los alumnos de 1er año leyeron el libro El DIARIO DE ANA FRANK, visitaron el museo de ANA FRANK en Argentina y realizaron una obrita de teatro interpretando escenas de la vida de Ana Frank. Felicitaciones a los alumnos y a las PROF. COCIO Y CRESTA.!!!

lunes, 25 de agosto de 2014

Acto Vigésimo Aniversario - Educación Privada para Trabajadores - Pedagogía de la Proximidad

13 de Agosto de 2014 - Vigésimo Aniversario
Instituto Manuel Dorrego

Autoridades, colegas, comunidad educativa, amigos:

Celebrar un aniversario siempre en un motivo de alegría, camaradería y seguramente de balances.
Hoy nos reunimos, para celebrar el vigésimo aniversario de nuestra Institución, y elegimos como fecha el día en que Manuel Dorrego asumiera como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, como hace ya más de dos décadas asumíamos el compromiso de poner este Establecimiento Educativo en marcha.
Salvando las distancias, entendimos como símbolo el hecho de asumir responsabilidades ya que ilustraba en gran parte el desafío educativo que el Colegio Dorrego iniciara hace 20 años.
Seguramente son inagotables los agradecimientos y reconocimientos que debemos a quienes permitieron que ese inicio de actividades de 1994 con 60 alumnos y 4 docentes se transformase en este colegio con 500 alumnos y 40 docentes entre sus tres niveles que diariamente recrean la ilusión de seguir haciendo de la educación una herramienta de cambio y progreso social.
Alicia Ortega, mi madre. Con su inagotable solvencia docente enseñando no solo a nuestros primeros alumnos y siendo su Directora sino también formándonos a nosotros en la tarea y en la pasión por la enseñanza.
Claudia Palumbo, mi esposa. Con su constancia, su compromiso y su optimismo a prueba de todo, aún en momentos realmente desalentadores.
Los docentes que nos acompañan desde siempre o desde los más tiernos inicios. Karina en su entrega. Analía en su lealtad. Horacio en su empatía para entender en cada momento que es lo prioritario.
Pero más allá de cada uno de los cimientos de humanidad y docencia sobre los que hemos construido esta Institución es necesario resaltar que el Instituto Manuel Dorrego y la Educación Pública de Gestión Privada no existen producto de un capricho de quienes emprendimos el desafío de fundar estos establecimientos, ni tampoco son una aventura económica de las leyes del mercado.
El Instituto Dorrego y como él cientos de colegios de gestión privada que sirven a los sectores  económicamente más postergados de la sociedad bonaerense son hijos y frutos de una demanda, un reclamo y una necesidad de miles de familias que día a día buscan responsablemente el lugar donde confiar lo más preciado. La educación, la formación de sus hijos.
Este reclamo de las familias, de encontrar ese sitio que sea El Lugar de sus hijos también está presente en los docentes que eligen desarrollar su vocación en este tipo de emprendimientos educativos en la convicción que encontraran el acompañamiento, el apoyo y todo lo humanamente posible para que puedan hacer su tarea del mejor modo.
Somos hijos de un reclamo tanto de los padres como de los docentes para encontrar un ámbito donde albergar todos los anhelos de construir una educación facilitadora del crecimiento de nuestros niños y jóvenes.
Y para aquellos que han visto en el Instituto Dorrego ese lugar, nuestro eterno agradecimiento.
Si hemos tenido una virtud en estas dos décadas de existencia de nuestro colegio ha sido ser ARMONIZADORES de aspiraciones, sueños y deseos de una comunidad.
Armonizadores de esfuerzos docentes e ilusiones familiares.
Armonizadores entre lo ideal y lo posible sin jamás abandonar la utopía de una sociedad mejor construida desde la educación.
Las Leyes provinciales e incluso la Constitución Nacional reconocen a la Educación Privada como un derecho de TODOS LOS CIUDADANOS.
El Derecho de las familias a elegir libremente donde educar a sus hijos, en que proyecto y en que valores. El derecho de optar.
Incluso se dispone desde la ley la asistencia económica con aporte estatal para garantizar que el ejercicio de este derecho sea posible también a quienes menos recursos disponen.
Así de presente está este derecho a la educación en las normas escritas que dan forma a nuestro sistema educativo.
Y así de lejos está la verdadera inclusión de este espacio educativo, digo de la educación de gestión privada,  en el imaginario los medios, en el discurso de los políticos, gremialistas y en las políticas activas del Estado para el apuntalamiento de este sector en los principios de equidad distributiva y de justicia social.
Si en medio de la crisis educativa que vivimos aún nuestros hijos se educan, en gran parte lo debemos al compromiso y dinamismo de las comunidades que optaron por servicios educativos como el nuestro.
Los números son concluyentes, en la Provincia de Buenos Aires de cada 10 alumnos 4 están en un establecimiento de gestión privada.
Es evidente que no todos son ricos sino el 40% de los bonaerenses nadaría en la abundancia.
Cuatro de cada diez alumnos bonaerenses optan por establecimientos privados como el Dorrego porque buscan un verdadero proyecto de crecimiento a través de la educación y confían en nosotros.
Cuatro de cada 10 chicos. Cuatro de cada 10 familias.
El estado provincial destina a nuestro sector solo sesenta centavos de cada 10 pesos que destina a educación. Es claro, solo el 6% para el 40% de los estudiantes.
Una enorme desproporción e injusticia fundamentalmente con quienes más necesitan de la educación para poder dignificar sus vidas y el futuro de sus hijos.
En el marco de este olvido y estas postergaciones el Instituto Dorrego cumple con dignidad y alegría su segunda década de existencia al servicio de la educación popular, acompañado por su comunidad y sintiendo el enorme orgullo de no dar abasto con más vacantes que nos requiere la comunidad, desbordándonos año a año.
Esa es la valoración que la comunidad hace de nosotros. Nos demanda, nos busca, nos elige. Nos quiere. Y ese es nuestro mejor pago.
Es el motor de este desafío y la razón de esta comunión con nuestros padres, docentes, alumnos y vecinos. Un concepto evangélico. Una pedagogía de la proximidad.
La cercanía a la comunidad, a los alumnos, a los padres, a los docentes nos hace fuertes ya que nos permite entender profundamente las problemáticas, las angustias, los requerimientos y los anhelos de los nuestros, y desde la PROXIMIDAD nos impulsan a perfeccionarnos en nuestros esfuerzos para dar las respuestas educativas que se nos piden.
La PROXIMIDAD nos impulsa también como educadores a asumir diversas funciones: el conocimiento del contexto y la cultura cotidiana que viven los alumnos;  la atención personalizada y cálida a cada uno de ellos;  el descubrimiento de las  necesidades vitales y educativas,  las posibilidades y las oportunidades de ayuda que ofrece la relación humana cercana y entrañable y la escucha permanente de sus expectativas, miedos y esperanzas.
Hoy nos convoca la dicha de celebrar 20 años de proximidad pedagógica. Veinte años de ver en esa proximidad a un SER PRÓXIMO. A un PRÓJIMO. A un hermano.
Desde esa concepción pedagógica de la proximidad que nos permite acercarnos al verdadero entendimiento, simplemente quiero decir a esta noble institución y a esta hermosa comunidad, como solemos cantar en familia: FELIZ EN TU DÍA Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS.
Lic. Marcelo Cabrera